“No sé qué decirte”.
Si tu amistad está batallando para contarte, puede ser que ni ella entienda lo que esté pasando. Hablarlo podría ser incómodo o frustrante porque no tienen las palabras para expresar sus sentimientos. Si tú puedes abrirte y hablar sobre sentimientos difíciles, puede crearse un espacio en donde tu amistad pueda atreverse a compartir sus sentimientos también.
“No tengo un problema”.
Si tu amistad se pone a la defensiva o se enoja cuando tú expresas tus preocupaciones, o insiste con que no tienen un problema, puede que esté en un estado de negación. Esta es una reacción común de gente que está lidiando con adicción, desórdenes alimenticios u otros temas de salud mental como la depresión. Es común que alguien pase por algunas etapas para aceptar que algo como una adicción o un tema de salud mental está siendo un obstáculo en su vida. No dejes de estar atento a señales que indiquen mayor voluntad a aceptar que hay un problema y haz saber que lo has notado. Esto puede abrir la puerta a más conversaciones.
“Yo puedo solo/sola”.
Tu amistad puede sentir que debe lidiar con este problema sin ayuda. Puede sentirse apenada de que está batallando, o ver el hecho de buscar ayuda como una señal de debilidad. Puedes validar su deseo de manejar las cosas por su cuenta y después recordarle de cuánta fuerza se necesita para aceptar ayuda de otras personas.
“Realmente no está tan mal”.
Puede que tu amistad no quiera ser un peso para ti, sus otras amistades o sus familiares, especialmente si otras personas en su vida están pasando por obstáculos. Puede que quieran minimizar sus problemas para parecer estar bien ante los demás.